A veces me pregunto ¿hacia donde me oriento? ¿ donde va mi energía, mi atención, mi dedicación?
ojalá pudiera estar enfocada en todo momento a la grandeza de la vida, la luminosidad, la confianza, el latido profundo, en el respirar de los días y las noches, lo bello que me rodea, me acompaña y me sostiene, en la calidez de la mirada, en la alegría, en permitirme, en lo simple …
… más hay momentos de todos los colores. Los hay oscuros y densos que hablan de mis miedos, deseos, carencias, desasosiegos profundos y otras turbulencias
que me arrastran, me voltean y quisiera gritar y grito, y gruñir y llorar a moco tendido o dejarme caer
ahí ando y andamos seguramente oscilando, caminando, bailando, inhalando, exhalando, acogiéndonos, meciéndonos entre luces y sombras, viviendo nuestra humanidad. (quédate cerca, te necesito!)
aunque no me ahorre ningún bache, chaparrón, ninguna caída, siempre puedo volver a sentir la vida que late en mi interior, mi respiración pausada o agitada y la tierra bajo mis pies.
Texto: Ina Dunkel
Foto: Elisenda Font
Añado a posteriori este pie de página, sin el cual siento que el escrito está incompleto:
Agradecida a Lee Klinger Lesser, por su preciosa guía, y amoroso acompañamiento, al grupo por su entrega, perseverancia y su alegría, y al Sensing (como llamamos coloquialmente a la práctica de Sensory Awareness) por cada nuevo Aquí, por tantas invitaciones a descubrir, por todo lo que sigue manteniendo viva mi curiosidad.