“Ser escuchado profundamente
es ser sanado profundamente”
Mike Boxhall
Una invitación a la quietud. A la escucha. Mediante contactos suaves y sostenidos, desde una presencia abierta y respetuosa, nos ponemos al servicio de aquello que se quiere mostrar, a través del cuerpo, de los tejidos en los diferentes sistemas o en el campo energético.
Orientándonos siempre a la salud, a la globalidad, a la vida que late en nuestro interior, con la confianza que el cuerpo sabe el camino y que dispone de mecanismos de auto-regulación y de sanación.
Las tensiones acumuladas, los conflictos no resueltos van generando bloqueos energéticos, lugares donde algo queda atrapado y el cuerpo en todos sus niveles se organiza para funcionar de la mejor manera en torno a esos nudos. Lo que en su día no se pudo resolver o se hizo con los recursos disponibles en el momento, guarda una memoria en el tejido, una memoria que quiere ser mirada, escuchada y atendida.
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